sábado, 19 de octubre de 2013

Dolorosa e inmerecida eliminación copera en la prórroga


Urko Vera puso el choque cuesta arriba con su autogol en un choque desbordante de emoción ante el Alcorcón en el que el Eibar dilapidó un puñado de ocasiones  


EIBAR: Diego Rivas; Lillo (Eizmendi, m. 91), Arregi, Añibarro, Kijera (Yuri Berchiche, m. 57); Diego Rivas (pivote), Errasti; Capa, Diego Jiménez (Jota, m. 46), Morales; Urko Vera.
ALCORCÓN; Manu; Nagore, Babin, Chema, Camille; Ruben Sanz, Jony (Iribas, m. 62; Javito (Ponce, m. 46), Martínez, Oscar Plano (Cristian Alfonso, m. 75); y Quini.
ARBITRO: Melero López (Comité Andaluz). Amonestó a Añibarro, Diego Rivas (pivote), Arregi, Yuri Berchiche, Diego Rivas (portero), Dani García (por protestar en el banquillo), del Eibar y a Camille, Dani Ponce, Quini y Nagore, Rubén y Chema, del Alcorcón. Expulsó a Raúl Navas con tarjeta roja directa por protestar en el minuto 116 y a Diego Rivas (pivote) por roja directa en el minuto 119.  
GOLES: 0-1, m. 44. Urko Vera (propia puerta). 1-1, m. 72. Capa. 1-2, m. 97: Cristian Alfonso
ESTADIO. Ipurua. 1982 espectadores. Tarde noche agradable.
Urko Vera acudió a Ipurua a colaborar en acabar con la sequía goleadora que subyuga al Eibar, pero no sólo consiguió marcar sino que además hizo un ‘autogol’ que puso cuesta arriba la eliminatoria y que terminó hincando la rodilla en la prórroga. Una vez más el Eibar no sacó provecho de su mejor juego y exhibió un paupérrimo porcentaje de acierto ante la meta contraria en un choque intenso, emocionante y que decidió el Alcorcón con un gol en la prórroga. Este equipo padece un serio problema con el gol que deberá resolver cuanto antes si no quiere abonarse a la agonía.
Pronto Diego Jiménez, que actuó en la media punta, dejó detalles de su calidad al penetrar hasta la fronta, donde cedió en corto a Morales cuyo derechazo se perdió desviado. El Alcorcón, al contrario de otros visitantes de Ipurua, no quiso ‘traicionar’ su filosofía e intentó siempre elaborar mucho las jugadas. Pero eso no resulta sencillo si enfrente está un equipo con tanto brío y empuje como el armero. Rubén Sanz avisó con un chut bien dirigido que atajó Diego Rivas, que por segunda vez defendió la portería azulgrana. Pero el Eibar tenía hambre de Copa como demostró a renglón seguido Morales, que desde la línea de fondo se sacó de la manga un túnel a Nagore. El esférico llegó a Kijera cuyo obús impactante habría sido gol, porque el meta ni la vio. Tal virulencia imprime el hernaniarra a sus disparos que hasta en repetición a cámara lenta se ven rápidos. El Eibar  gobernaba con autoridad el partido y llegaba en oleadas a la meta del Alcorcón. La velocidad de Morales desbordó a la defensa en un contraataque, pero la salida salvadora de Manu evitó el tanto. Quince minutos de juego y el Eibar ya había dispuesto de ocasiones claras para marcar, pero seguía incapaz de perforar la mea contraria. Malos augurios.
Capa parecía estimulado y su velocidad hacía estragos en la defensa alcorconera. En una acción se marchó desde la banda de Camille hasta el área y nadie pudo alcanzarle, pero chut se fue al limbo, perdonando otra clara ocasión de adelantarse en el marcador. Aunque daba buen trato el balón, la primera ocasión visitante no llegó hasta el minuto 26 cuando Martínez cabeceó fuera un centro desde la izquierda de Oscar Plano. Pero a falta de un minuto para el descanso Rubén Sanz botó un córner y de manera inverosímil Urko Vera lo remató en su propia portería. Los fantasmas y los temores comenzaron a aparecer una vez más porque el Eibar perdía un partido que debía ir ganando con solvencia. Y más cuando antes de irse a vestuarios Morales malogró una manifiesta ocasión para al recibir un pase preciso en profundidad de Capa, pero fue incapaz de marcar a puerta vacía cuando ya había esquivado al portero.
La segunda parte se inició con la entrada de Jota por un desafortunado Diego Jiménez en un Eibar que no se manejó con la claridad de ideas que lo hizo en el primer periodo. El Alcorcón ya no se prodigaba tanto al ataque y, con sus líneas muy juntas, cedió terreno al Eibar. Cierta ansiedad pareció incluso aparecer en los jugadores armeros, que veían por delante mucho amarillo. La falta de fluidez era manifiesta en el comienzo de las jugadas y parecía que iba a seguir enfadado con el gol. Hasta que una jugada sublime de Morales por la izquierda y un envió milimétrico a la cabeza de Capa propició la más que merecida igualada. Jota, más voluntarioso que acertado, remató a las manos del portero en otra buena ocasión. Nadie quería la prórroga y el encuentro derivó en un correcalles con llegadas constantes a las dos áreas. El donostiarra Iribas soltó un derechazo que casi se cuela en la portería tras ser desviado por un defensa. Un pase largo de Rivas habilitó a Capa, que se quedó sólo delante del portero pero lanzó elevado. Urko Vera marcó en una falta en la que había tocado Añibarro, pero fue anulado por fuera de juego. Una gran jugada de Morales dio el pase de la muerte a Jota, que marcó , pero de nuevo se indicó posición antirreglamentaria. 
Después de 90 intensos minutos, la inhumana prórroga dejó detalles dantescos con varios jugadores acalambrados. Pero lo peor llegó con el tanto de Cristian Alfonso al cabecear libre de marca un saque de esquina. Aunque Urko Vera estrelló en el larguero un cabezazo, las pérdidas de tiempo visitantes rompieron el ritmo a un Eibar que se vio apeado.

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