sábado, 24 de agosto de 2013

Machacado a penaltis


Tres goles desde el punto fatídico y la expulsión de sus centrales Añibarro y Raúl Navas castigan al Eibar en el partido en que Ipurua acogía su regreso a Segunda ante un efectivo Girona que sólo fue mejor tras adelantarse


EIBAR: Xabi; Bóveda, Añibarro, Raúl Navas, Yuri Berchiche; Rivas, Dani García; Eizmendi (Capa, m. 64), Jota (Urko Vera, m. 54), Morales (Diego Jiménez, m. 64); y Arruabarrena.

GIRONA: Becerra, Ramalho, Migue, Mas, David García; Richy, Matamala; Juanlu (Gerard, m. 64), Timor, Felipe Sanchón (Eloi, m. 85); y Chando (Juncà, m. 74).

GOLES: 0-1, m. 58: Felipe (penalti). 0-2, m. 72: Chando (penalti). 0-3, m. 89: Eloi (penalti).

ARBITRO: Pablo González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó a Dani García, Eizmendi y Yuri Berchiche, del Eibar y a David García, Timor y Felipe Sanchón, del Girona. Expulsó a Añibarro (m. 58) y a Raúl Navas (m. 89).

ESTADIO: Ipurua. 1.300 espectadores. No funcionaron los tornos

Alguno de los muchos aficionados armeros que veranea aún lejos de Eibar pudo pensar que a su equipo le pasaron por encima cuando conoció el abultado marcador. Seguro que más de uno se llevó las manos a la cabeza también al saber que los tres goles recibidos fueron de penalti. Pero la realidad es que el Eibar no fue inferior al Girona hasta el primer gol que conllevó la expulsión del capitán Añibarro. El cuadro azulgrana plantó cara y dispuso de más ocasiones que el cuadro catalán antes de que el choque se rompiera con el primer tanto. Después, ya no hubo partido y el Eibar se mostró impotente con inferioridad numérica después de verse con nueve jugadores tras la expulsión de sus centrales Añibarro y Raúl Navas. Las tres acciones señalizadas como penalti parece que lo fueron y nadie del Eibar alzó la voz contra ellas. Ahora, uno duda mucho que este mismo colegiado se hubiera atrevido a tomar la misma decisión en estadios como Riazor, La Romareda o el Insular, donde la presión del público es exponencialmente superior que en un Ipurua poco poblado ayer por el éxodo vacacional. En otras decisiones, el árbitro fue más riguroso con el Eibar y perdonó varias tarjetas al Girona, que ni se creía este resultado tal y como transcurrió la primera hora de partido. En cualquier caso, el Eibar recibió ayer una lección de que en Segunda los rivales no le van a perdonar y van a sacar el máximo provecho de los pocos errores que cometa. Demasiado castigo el que recibió el conjunto armero, pero también debe asumir la ineludible necesidad de mejorar en el momento supremo de la definición, aspecto en el que ayer erró más de la cuenta. En Segunda B el rival no te azotaba en cada situación nítida de que dispone, pero en Segunda sí puede suceder como ayer sufrió una clara demostración. Cuanto antes asuma este condicionante y trate de poner remedio, más posibilidad tendrá de evitar sufrimientos.

El eléctrico ritmo que imprimió en los primeros minutos le permitió al Eibar gobernar en el comienzo de choque. Alain Eizmendi mostró su calidad al internarse en el área y marcharse por velocidad de David García, pero Morales no llegó por poco a su envío. La rapidez en los jugadores de vanguardia es uno de los pilares en que se va a asentar el juego de ataque de la formación guipuzcoana, según se comprobó ayer. A renglón seguido, Morales protagonizó una arrancada por la izquierda, pero erró en la entrega. La ocasión más clara vino en un medido centro servido por Eizmendi, pero el cabezazo de Arruabarrena se marchó fuera por poco. Pronto el Girona impuso su modelo de juego al adueñarse de la posesión del balón. Pero la excelente organización defensiva y el orden táctico del Eibar maniataron la labor creativa de la escuadra gerundense. Tocaba hasta casi desgastar el esférico, pero la circulación de los visitantes dirigidos por el doble pivote formado por el veterano Matamala y Richy se producía lejos del área azulgrana. Más peligro generaba el Eibar, que gozó de otro acercamiento de Yuri, que se proyectó por la izquierda y centró para Eizmendi, que vio cómo David García le arrebataba el balón cuando iba a engatillar. Hubo que esperar al minuto 25 para contemplar el primer disparo del Girona. Juanlu centró desde la diestra al borde del área y Timor golpeó de bolea al cuerpo de Dani García. El balón le volvió al navarro cuyo chut raso fue atrapado por Xabi Irureta. El Girona asumió la iniciativa del juego hasta el final del primer tiempo, pero la mayoría de sus ataques expiraban lejos del área del Eibar.

El Girona no perdona

Comenzó con brío el segundo acto el Eibar, que incluso parecía estar más cerca del gol. Morales lanzó fuera un disparo desde la parte izquierda, pero poco después  el Eibar marró la situación más clara del partido. Eizmendi se internó en el área casi hasta la línea de fondo y la zaga desvió su peligroso centro chut. El balón llegó a Jota que chutó de cerca, pero la defensa interceptó un lanzamiento que el público cantó como gol. Quien no erró fue el Girona en su primera ocasión clara del partido. Felipe transformó un claro penalti cometido por Añibarro, que derribó dentro del área a Chando cuando estaba sólo ante Irureta. La desesperación se apropió del Eibar y el Girona pudo marcar por medio de Juanlu, cuyo disparo cercano se marchó fuera. A pesar de la entrada de Diego Jiménez y Capa, el Eibar fue desintegrándose con el paso de los minutos. Una rápida contra de Felipe acabó en penalti por manos de Raúl Navas y Chando no perdonó. El Eibar, que jugaba con uno menos por la roja a Añibarro, se quedó con diez al ver Raúl Navas la roja directa a un minuto del final por derribar a Chando en un penalti que transformó Eloi.

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