miércoles, 11 de septiembre de 2013

El Eibar resurge a tiempo y avanza en la Copa


Un deficiente primer periodo en el que sólo defendió dio paso a un segundo notable en el que recuperó su intensidad, pudo hacer más goles y apeó al Tenerife

EIBAR: Diego Rivas, Lillo, Arregi, Añibarro, Kijera; Errasti, Raúl Navas; Capa (Morales, m. 67), Jota, Eizmendi (Diego Jiménez, m. 76); y Urko Vera (Arruabarrena, m. 89).
TENERIFE: Roberto; Moyano, Bruno, Alberto, Salva Ruiz; Ricardo, Kike Rivero (Iñigo Ros, m. 65); Chechu Flores (Guillem, m. 75), Aday (Aridane, m. 65), Oscar Rico; y Ayoze.
ARBITRO: Daniel Ocon Arraiz (Comité riojano). Amonestó a Lillo, del Eibar, y a Ricardo y a Salva, del Tenerife.
GOL: 1-0, m. 53: Urko Vera.
IPURUA: 1913 espectadores, según el club. Javi Pérez presenció el partido. 

El Eibar firmó anoche su pase a la tercera ronda de Copa tras apear de manera laboriosa al Tenerife. La enérgica reacción de los azulgranas tras el descanso, motivada por la estimulación y no sin cierto enfado de su entrenador, permitió cambiar radicalmente la cara de un encuentro de color visitante durante el primer periodo y que no auguraba ninguna alegría para los guipuzcoanos. El Eibar, en el que tan sólo Capa y Raúl Navas subsistían del once inicial del compromiso liguero del pasado domingo, defraudó en el primer periodo y apenas existió.  Le faltó el tesón de perseguir a los rivales, ese ímpetu que permite llegar antes que el rival a los balones divididos. Sin duda, el Eibar fue la antítesis de su esencia y se encaminaba a una decepción, pero resurgió a tiempo para regalar al público la clasificación en una notable segunda parte.
Como ya le sucedió en el compromiso liguero ante el Córdoba, le costó adentrarse en el partido al Eibar. El Tenerife echó un lazo al esférico y el Eibar fue incapaz de quitárselo hasta que se cumplió el minuto 20. Kike Rivero y Ricardo, el doble pivote de los isleños, contaba con la colaboración de Aday, que bajaba a recibir el balón al centro del campo y generaba superioridad ante Errasti y Raúl Navas. La movilidad del ex jugador del Hospitalet facilitó el control visitante y ofreció muchas soluciones en ataque a un Tenerife, que era el único que existía. El juego se desarrollaba en el terreno armero, donde el Tenerife tocaba constantemente en busca de resquicios en la zaga azulgrana. Chechu probó disparo antes de que cumpliera el minuto cinco, pero el debutante Diego Rivas atajó sin problemas. El propio futbolista del Tenerife lo intentó poco después al rematar una asistencia desde la izquierda de Salva Ruiz, el lateral que se proyectaba con más frecuencia hasta la línea de fondo. El Eibar, por su parte, no pasaba excesivos apuros  y se mostraba bastante sólido en tareas de contención, pero no carburaba en ataque y apenas le duraba el balón en los pies. Ni Capa por la banda derecha ni Eizmendi por la izquierda conseguían desbordar a Salva Ruiz ni a Moyano respectivamente. Pero el problema partía del centro del campo donde acusaba la floja actuación del doble pivote integrado por Errasti y Raúl Navas, que no ofrecían claridad en la salida del balón.
Consiguió el Eibar despojarse durante unos minutos el dominio tinerfeño y Kijera puso un centro al que no llegó Capa. Errasti recogió un rechace tras un saque de esquina botado por Jota pero chut se marchó elevado. Pero pronto recuperó su hegemonía el Tenerife, al que le faltó sólo concretar sus ataques en los últimos metros. Así sucedió en un centro chut de Ayoze al que no llegó Aday por poco. Pero la ocasión más clara arribó en el minuto 42 cuando Chechu cabeceó desde cerca un medido centro de Oscar Rico desde la parte izquierda.
La transformación del Eibar tras el descanso fue tan sorprendente como inesperada. La ‘bronca’ tras el vestuario debió ser mayúscula porque solo se pareció en el color de la camiseta. Enseguida, Errasti habilitó a la izquierda para la incorporación de Kijera, cuyo chut virulento lamió el poste en una nítida ocasión. La mayor intensidad que imprimían los locales tras el descanso permitía robar balones cada vez más cerca de la portería canaria. Así ocurrió en un contragolpe conducido por Jota, que disparó al cuerpo del meta y el rechace llegó a Urko Vera, que impulsó a puerta vacía ganándole la acción a un zaguero.
Vera vuelve a anotar
El bilbaíno, que el pasado domingo dio al triunfo con su gol al Córdoba, volvió a demostrar que es un ariete nato, que está hambriento de gol y que va a pelear por ser el delantero titular de este equipo.
Jota, que apenas existió en el primer periodo, presentó sus credenciales al protagonizar rápidas conducciones que generaron mucho peligro ante un Tenerife que no presentó la misma consistencia defensiva del primer periodo. Seguían los visitantes teniendo más el balón, pero su precisión y claridad fue decreciendo y todos sus ataques se perdían lejos del área armera. Errasti, que cuajó una espectacular segunda mitad y encarnó la colosal transformación de la formación azulgrana, se sumó en un contragolpe y llegó cual extremo a línea de fondo, desde donde sirvió un perfecto centro al que no llegó Eizmendi, en boca de gol. El eibarrés, que se convirtió en el amo de la medular, hizo méritos para optar a una titularidad que fue suya el ejercicio precedente. Poco después, Jota condujo otro veloz contragolpe, pero Roberto atrapó su intencionado chut desde la frontal. El recién entrado Morales acrecentó la peligrosidad del Eibar, que apenas sufrió pese a que el Tenerife volvió a la carga en los últimos minutos. Arregi estuvo providencial al sacar bajo palos un remate de cabeza de Oscar Rico que se colaba, pero el humilde Eibar mantuvo la renta y ya espera el sorteo de mañana tras batir a un rival histórico y que representa a decenas de miles de seguidores.

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