El cuadro azulgrana pudo sentenciar pero fue intermitente y le faltó intensidad ante una Gimnástica más
enchufada que logró el punto que le daba la permanencia al empatar en el
descuento
EIBAR: Xabi; Bóveda, Raúl Navas, Yuri Berchiche, Bingen; Errasti, Diego Jiménez; Mainz (Abaroa, m. 60), Arruabarrena, Guille Roldán (Del Olmo, m. 67); y Jito (Aimar, m. 65).
GIMNÁSTICA: Mediavilla; Borja, Alberto, Crespo, Zalo (Iñigo, m. 76); Mario, Gabri; José Luis (Igor Engonga, m. 89), Javi, Nando; y Cristian (Dani Cobo, m. 89).
ARBITRO: Jaime Ruiz Álvarez (Comité asturiano). Amonestó a Raúl Navas, Diego Jiménez, del Eibar, y a Alberto, Crespo, Gabri e Iñigo. Expulsó a Bóveda por roja directa en el minuto 91.
GOLES: 1-0, m. 3: Raúl Navas. 1-1, m. 11: Javi. 2-1, m. 44: Jito. 2-2, m. 89: Gabriel.
Aunque los más optimistas seguidores armeros y el propio
Garitano soñaban con las escasas posibilidades que le restaban para alcanzar el
liderato, la tozuda realidad se impuso para un Eibar que estuvo lejos de su
excelente nivel habitual de las jornadas precedentes. El Alavés no erró ante el
Tudelano (2-0) y el cuadro armero no cumplió con su parte al ser incapaz de
ganar a una Gimnástica que el pasado miércoles había jugado un encuentro que
tenía aplazado ante el Teruel. El empate fue una decepción más por el bajón
evidente armero que por el adiós definitivo del primer puesto en el que pocos
creían tras la decisiva jornada anterior y el arbitraje nocivo recibido en
Lleida. Pudo el Eibar ganar, cierto, puesto que dispuso de varias ocasiones
claras al comienzo del segundo periodo, pero ayer estuvo exento de una de sus
virtudes esenciales, una intensidad que sólo se vio a ráfagas. La Gimnástica
casi siempre se mostró más enchufada y consiguió con merecimiento un empate que
le otorga matemáticamente la permanencia en la categoría. Pero cabe reseñar que
el Eibar, favorecido por la derrota del Athletic B, blindó un meritorio segundo
puesto y dispondrá de dos semanas para preparar el play-off.
Pese a que el Eibar se adelantó en su primera llegada por
medio de Navas, que marcó de un cabezazo lejano en una falta servida por Diego
Jiménez, enseguida se comprobó que a la formación cántabra le iba más en el
envite. Los visitantes, que manejaron el esférico arriesgaban mucho, se presentaban
como suma facilidad al área del Eibar. Borja, lateral derecho, casi era un
extremo y un disparo cercano suyo fue despejado de manera providencial por
Xabi. Enseguida empató Javi, que remató en boca de gol y libre de marca en un
flagrante error defensivo de la retaguardia azulgrana.
Activo Guille Roldán
Mejoró el Eibar y Guille Roldán, habilitado por Mainz, se
plantó sólo ante Mediavilla, que salvó su disparo cruzado. Guille Roldán metió
un balón al área y Arruabarrena dejó para que Bingen, en idónea posición,
mandara un disparo a las nubes cuando se cantaba gol. Dos minutos después,
rápida combinación entre Guille y Bóveda, que centra al área y Alberto propina
un codazo a Arruabarrena, que permitió recobrar la ventaja antes del descanso.
Todo parecía encauzado a una nueva victoria y el Eibar pudo
hacer el tercero en un cabezazo de Raúl Navas que Mediavilla desvió.
Arruabarrena, genial con sus asistencias, cedió a Guille Roldán, cuyo disparo
desde la frontal fue atajado por el meta cántabro. Fue el propio Eibar quien
mantuvo con vida a la Gimnástica, que se fue creyendo con el paso de los
minutos que podía puntuar. Quizás también las noticias de la derrota del
Athletic B acarrearon que bajara el Eibar su tensión, pero la última media hora
fue de lo peor de la temporada. Garitano quiso reforzar el centro del campo con
la salida de Aimar, con lo que Diego pasó a la media punta y retiró a Jito, un
mensaje al equipo de que tocaba defender en vez de sentenciar. La Gimnástica
tocaba con mucha facilidad en el centro del campo, donde el Eibar echaba en
falta al sancionado Dani García. Errasti no recibía ayuda de sus compañeros en
la tarea de presión y la Gimnástica llegaba con mucha frecuencia al área armera
y botaba saques de esquina. Aprovechando el estado difuminado de un
irreconocible Eibar, la Gimnástica castigó la indolencia local con el tanto del
empate. Xabi salvó un disparo en boca de gol y en el rechace Bóveda cometió
penalti que transformó Gabriel.
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