Tres goles desde el punto fatídico y la expulsión de sus
centrales Añibarro y Raúl Navas castigan al Eibar en el partido en que Ipurua acogía su regreso a Segunda ante un efectivo Girona que
sólo fue mejor tras adelantarse
EIBAR: Xabi; Bóveda, Añibarro, Raúl Navas, Yuri Berchiche; Rivas, Dani García; Eizmendi (Capa, m. 64), Jota (Urko Vera, m. 54), Morales (Diego Jiménez, m. 64); y Arruabarrena.
GIRONA: Becerra, Ramalho, Migue, Mas, David García; Richy, Matamala; Juanlu (Gerard, m. 64), Timor, Felipe Sanchón (Eloi, m. 85); y Chando (Juncà, m. 74).
GOLES: 0-1, m. 58: Felipe (penalti). 0-2, m. 72: Chando (penalti). 0-3, m. 89: Eloi (penalti).
ARBITRO: Pablo González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó a Dani García, Eizmendi y Yuri Berchiche, del Eibar y a David García, Timor y Felipe Sanchón, del Girona. Expulsó a Añibarro (m. 58) y a Raúl Navas (m. 89).
ESTADIO: Ipurua. 1.300 espectadores. No funcionaron los tornos
Alguno de los muchos aficionados armeros que veranea aún
lejos de Eibar pudo pensar que a su equipo le pasaron por encima cuando conoció
el abultado marcador. Seguro que más de uno se llevó las manos a la cabeza
también al saber que los tres goles recibidos fueron de penalti. Pero la
realidad es que el Eibar no fue inferior al Girona hasta el primer gol que
conllevó la expulsión del capitán Añibarro. El cuadro azulgrana plantó cara y
dispuso de más ocasiones que el cuadro catalán antes de que el choque se
rompiera con el primer tanto. Después, ya no hubo partido y el Eibar se mostró
impotente con inferioridad numérica después de verse con nueve jugadores tras
la expulsión de sus centrales Añibarro y Raúl Navas. Las tres acciones
señalizadas como penalti parece que lo fueron y nadie del Eibar alzó la voz
contra ellas. Ahora, uno duda mucho que este mismo colegiado se hubiera
atrevido a tomar la misma decisión en estadios como Riazor, La Romareda o el
Insular, donde la presión del público es exponencialmente superior que en un
Ipurua poco poblado ayer por el éxodo vacacional. En otras decisiones, el
árbitro fue más riguroso con el Eibar y perdonó varias tarjetas al Girona, que
ni se creía este resultado tal y como transcurrió la primera hora de partido.
En cualquier caso, el Eibar recibió ayer una lección de que en Segunda los
rivales no le van a perdonar y van a sacar el máximo provecho de los pocos
errores que cometa. Demasiado castigo el que recibió el conjunto armero, pero
también debe asumir la ineludible necesidad de mejorar en el momento supremo de
la definición, aspecto en el que ayer erró más de la cuenta. En Segunda B el
rival no te azotaba en cada situación nítida de que dispone, pero en Segunda sí
puede suceder como ayer sufrió una clara demostración. Cuanto antes asuma este
condicionante y trate de poner remedio, más posibilidad tendrá de evitar
sufrimientos.
El eléctrico ritmo que imprimió en los primeros minutos le
permitió al Eibar gobernar en el comienzo de choque. Alain Eizmendi mostró su
calidad al internarse en el área y marcharse por velocidad de David García,
pero Morales no llegó por poco a su envío. La rapidez en los jugadores de
vanguardia es uno de los pilares en que se va a asentar el juego de ataque de
la formación guipuzcoana, según se comprobó ayer. A renglón seguido, Morales
protagonizó una arrancada por la izquierda, pero erró en la entrega. La ocasión
más clara vino en un medido centro servido por Eizmendi, pero el cabezazo de
Arruabarrena se marchó fuera por poco. Pronto el Girona impuso su modelo de
juego al adueñarse de la posesión del balón. Pero la excelente organización
defensiva y el orden táctico del Eibar maniataron la labor creativa de la
escuadra gerundense. Tocaba hasta casi desgastar el esférico, pero la
circulación de los visitantes dirigidos por el doble pivote formado por el
veterano Matamala y Richy se producía lejos del área azulgrana. Más peligro
generaba el Eibar, que gozó de otro acercamiento de Yuri, que se proyectó por
la izquierda y centró para Eizmendi, que vio cómo David García le arrebataba el
balón cuando iba a engatillar. Hubo que esperar al minuto 25 para contemplar el
primer disparo del Girona. Juanlu centró desde la diestra al borde del área y
Timor golpeó de bolea al cuerpo de Dani García. El balón le volvió al navarro
cuyo chut raso fue atrapado por Xabi Irureta. El Girona asumió la iniciativa
del juego hasta el final del primer tiempo, pero la mayoría de sus ataques
expiraban lejos del área del Eibar.
El Girona no perdona
Comenzó con brío el segundo acto el Eibar, que incluso
parecía estar más cerca del gol. Morales lanzó fuera un disparo desde la parte
izquierda, pero poco después el Eibar
marró la situación más clara del partido. Eizmendi se internó en el área casi
hasta la línea de fondo y la zaga desvió su peligroso centro chut. El balón llegó
a Jota que chutó de cerca, pero la defensa interceptó un lanzamiento que el
público cantó como gol. Quien no erró fue el Girona en su primera ocasión clara
del partido. Felipe transformó un claro penalti cometido por Añibarro, que
derribó dentro del área a Chando cuando estaba sólo ante Irureta. La
desesperación se apropió del Eibar y el Girona pudo marcar por medio de Juanlu,
cuyo disparo cercano se marchó fuera. A pesar de la entrada de Diego Jiménez y
Capa, el Eibar fue desintegrándose con el paso de los minutos. Una rápida
contra de Felipe acabó en penalti por manos de Raúl Navas y Chando no perdonó.
El Eibar, que jugaba con uno menos por la roja a Añibarro, se quedó con diez al
ver Raúl Navas la roja directa a un minuto del final por derribar a Chando en
un penalti que transformó Eloi.
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