El Eibar cuaja un flojo partido, sobre todo tras el descanso y cae ante un Tenerife más práctico y propulsado Ayoze, la emergente figura local
TENERIFE: Roberto; Moyano, Bruno (Iñigo Ros, m. 24), Carlos
Ruiz, Raúl Cámara; Aitor Sanz, Quique Rivero (Ricardo, m. 60); Cristo Martín, Borja
(Guillem, m. 75), Suso; y Ayoze Pérez.
EIBAR: Xabi Irureta; Lillo, Albentosa, Raúl Navas, Yuri
Berchiche; Diego Rivas (Jota, m. 69), Dani García; Capa (Urko Vera, m. 46),
Arruabarrena, Eizmendi (Gilvan Gomes. m. 76); y Morales.
GOLES: 1-0, m. 34: Iñigo Ros. 2-0, m. 59: Ayoze.
ARBITRO: Santos Pargaña (Comité Andaluz). Amonestó a Raúl
Cámara, Aitor Sanz, Borja y Suso, del Tenerife, y a Diego Rivas, Arruabarrena,
Albentosa, Dani García, Raúl Navas, Xabi y Yuri Berchiche del Eibar. Amonestó a
Garitano y expulsó a Patxi Ferreira, ambos por protestar.
ESTADIO: Rodríguez López. 10.198 espectadores.
Acudía el Eibar subido en una ola de positivismo, bienestar
e ilusión después de las tres victorias consecutivas que había encadenado y por
la posibilidad de asaltar la zona de play-off. Esa buena onda debía
transformarse en ambición por engarzar una cuarta que habría supuesto igualar
un registro de cuatro victorias consecutivas en Segunda, algo que no sucedía
desde la campaña 04-05. Pero quizá las ganas por saborear otra victoria les
hizo olvidarse de la primera y prioritaria labor que debe cumplir este conjunto
y que radica en cerrar la portería propia. No se mostró el cuadro armero fiable
en tareas de contención como en las últimas jornadas y el Tenerife llegó en
demasiadas ocasiones con mucha facilidad ante Xabi Irureta. Resulta
indispensable mencionar en este punto la asombrosa actuación de Ayoze Pérez,
delantero local que fue una pesadilla para la retaguardia guipuzcoana. El joven
canterano, que ya es seguido por el Real Madrid, derrochó muchos kilos de
talento en favor de los suyos y dio el pase preciso en el primer gol y anotó el
segundo, de una calidad prodigiosa. Una floja segunda parte en la que estuvo a
merced de su rival completó un mal partido armero, aunque no cabe olvidar que
el partido pudo cambiar si el colegiado no hubiera anulado un gol legal a Raúl
Navas con 0-0. Todo ello se conjugó para que se alargue el gafe del Eibar en
este estadio, donde jamás ha conseguido ganar en sus once visitas.
Los movimientos de ruptura en ataque por velocidad de Ayoze
trajeron en jaque a la defensa armera desde el comienzo del choque. Pronto gozó
de la primera ocasión el Tenerife. Aitor Sanz, que volvía al once tras cumplir
un partido de sanción, hurtó el esférico a Eizmendi cerca del área armera y
metió un pase preciso a Ayoze. Un perfecto control orientado le dejó en
solitario ante Xabi, pero el meta armero salvó el primer gol en el minuto
cinco. El Eibar, con el mismo once de las dos anteriores jornadas, fue el que
empezó a acumular durante más tiempo la posesión de la pelota ante un Tenerife,
que cedía terreno y parecía apostar por esperar y jugar al contrataque. El
Eibar jugaba en campo contrario, pero ello no se traducía en llegadas nítidas a
la portería defendida por Roberto. Tan sólo Morales recortó a un rival y lanzó
un disparo raso desde el interior del área que apenas generó apuros a Roberto. Pero
el peligro era local y Ayoze asistió a Suso, cuyo chut cercano en clara ocasión
evitó Xabi Irureta.
Gol anulado a Raúl
Navas
El Eibar marcó en el minuto 37 cuando Raúl Navas cabeceó a
la red una falta botada desde la parte derecha por Eizmendi, pero el colegiado
anuló por supuesta falta del central armero. El tanto fue legal porque no
existió tal infracción y sí un salto superior de Navas. Sólo tres minutos
después, una rápida acabó con una internada de Ayoze y un centro perfecto al
área pequeña, donde Iñigo Ros fue más rápido que Lillo y Xabi para inaugurar el
marcador.
El segundo periodo se inició con una jugada desde el borde
del área de Eizmendi, cuyo chut se marchó fuera por poco. Pero a renglón
seguido Ayoze, figura emergente del Tenerife, controló el balón escorado dentro
del área y soltó un lanzamiento magistral que se coló por la escuadra de la meta
azulgrana. El Heliodoro se caía y el Eibar, también. El gol fue una pesada losa
para un Eibar que no pudo rehacerse en ningún momento. Urko Vera, que saltó al
campo tras el descanso, pasó desapercibido y tan sólo cabeceó de manera
inocente en un par de ocasiones. Lo peor fue contemplar a un Eibar casi
derrotado y sin convicción de que podía al menos marcar un gol que le metiera
de nuevo en el partido
Rifirrafe de Yuri
La
impotencia armera fue enorme y Yuri, uno de los mejores de nuevo, tuvo un
rifirrafe con el local Suso, nada más señalarse el pitido final.
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