Un apabullante Eibar maravilla en el Miniestadi, donde impuso su juego veloz y vertical, y perdonó la goleada a un Barça B que fue borrado del campo por la superioridad del conjunto guipuzcoano
BARCELONA B: Masip; Patric, Sergi Gómez, Bagnack, Planas;
Ilie (Samper, m. 60), Edu Bedia, Espinosa (Joan Román, m. 66); Dennis Suárez,
Sandro (Dongou, m. 19), Dani Nieto.
EIBAR: Xabi Irureta; Lillo, Albentosa, Raúl Navas, Yuri
Berchiche; Diego Rivas, Dani García (Errasti, m. 80); Capa, Arruabarrena,
Eizmendi (Gilvan Gomes, m. 76); y Morales (Kijera, m. 85).
ARBITRO: David Pérez Pallas (Comité gallego). Amonestó a Bagnack,
Dongou y Dani Nieto, del Barcelona B, y a Dani García, del Eibar. Expulsó a
Patric, del Barça B, por doble amarilla, en el minuto 63.
GOLES: 0-1, m. 56: Eizmendi. 0-2, m. 84: Morales.
Casi les dio pena a los seguidores del Eibar que el
colegiado señalara el pitido final ayer en el Miniestadi. Fue el final a un
festival armero que cuajó un encuentro supremo y a una constante exhibición del
particular estilo futbolístico que debe guiar a este conjunto hasta la estación
de la permanencia. El recital armero resultó espectacular. El deslumbrante juego
de contragolpe, pleno de rapidez y verticalidad, del Eibar desarboló
constantemente a un Barcelona B que ayer se sintió impotente y que fue borrado
del campo ante la inmensa superioridad del conjunto guipuzcoano. Pocas veces
asistiremos a la actual temporada a un paseo triunfal como el que protagonizó
ayer el Eibar en el Miniestadi, donde apabulló al filial culé y perdonó una
goleada de escándalo. Las llegadas al área local fueron incontables y, sólo el
error en el último pase o en el propio remate final, impidieron que la victoria
hubiese sido más abultada. La pugna de estilos de la que hablábamos en la
previa se decantó claramente del lado armero. El Barcelona B hizo circular el
balón, pero casi siempre lejos del área armera y exento de profundidad ante un
Eibar físico, que estuvo bien ordenado y colocado en todo momento y además supo
jugar con tino cuando dispuso de la posesión del balón.
El Barcelona B monopolizó la propiedad del balón durante los
primeros minutos, pero enseguida quedaron patentes sus problemas para acercarse
a la meta defendida por Xabi. La excelente colocación armera y la fuerte
presión en el centro del campo cortaban abortaban el inicio de las jugadas
locales. Una internada y envío al área de Eizmendi al que no llegó Morales en
boca de gol puso de manifiesto que el Eibar ansiaba la victoria. La pronta
lesión de Sandro, delantero centro culé, fue un presagia de la pesadilla que le
esperaba al filial. Una antológica jugada de contragolpe en la que combinaron
con rapidez y precisión milimétrica varios armeros dejó a Morales sólo ante el
meta. El gol parecía cantado, pero apareció la mano salvadora de Masip, que
desvió al poste. La experiencia de Diego Rivas contrastaba con la ingenuidad
culé y el manchego amargó la tarde a la zona de creación culé. La lección de
contragolpe armero proseguía y Eizmendi soltó un duro chut desde la frontal que
Masip despejó como pudo. El desequilibrio en la posesión dejó de existir y el
Eibar tocó un poco más ante un Barcelona B sorprendido ante la ambición armera.
La idea de juego del Eibar era nítida. Nada más hurtar el balón, la intención
era plantarse con la mayor prontitud posible en el área local aprovechando la
rapidez de Eizmendi, Morales y Capa, aunque a veces se caía en la precipitación
con disparos lejanos.
Arruabarrena falla un
penalti
Yuri, que pareció más un extremo que lateral, provocó un
claro penalti al internarse en el área y ser trabado por Patric. Pero el tiro
de Arruabarrena fue devuelto por el larguero con Masip ya batido. Un varapalo
enorme para un equipo que merecía ir ganando y que lo acusó a continuación. El
Barcelona B gozó de una clara ocasión en un centro de Dennis Suárez y Dongou,
sólo ante Xabi, cabeceó por encima del travesaño en la ocasión final del primer
periodo.
El descanso vino bien al Eibar para reponerse el chasco del
penalti errado y la tónica de la primera parte regresó. Los centros al área
culé eran constantes pero no eran rematados. Hasta que llegó la grandiosa
jugada del primer gol. El enésimo robo de balón de Rivas habilitó a Lillo, que
puso una asistencia medida desde la derecha a la cabeza de Eizmendi, que rasgó
las mallas de la meta defendida por Masip. Nunca un gol había hecho tanta
justicia a los méritos del Eibar esta temporada y el júbilo se notó en la
celebración de los jugadores. Otra
subida de Yuri provocó la segunda amarilla de Patric, que fue expulsado en el
minuto 63. El Eibar no fue capaz de finiquitar el choque en la multitud de
contras y Dennis Suárez metió miedo mediante un disparo cruzado que despejó
Xabi. A renglón seguido, Masip salvó otro disparo en un mano a mano de Yuri
hasta que una jugada de Gilvan, recién entrado, dejó a Morales, que sentenció
el choque con un disparo raso desde el punto de penalti.
Nunca había ganado en el Miniestadi
El partido de fábula que completó el Eibar vino aderezado
por una nota de interés histórico como es que hasta ayer nunca había obtenido
la victoria en el Miniestadi. La última vez que visitó el Eibar el terreno del
filial barcelonista fue hace 14 años y el marcador fue el empate a cero. El
Barcelona B tan sólo fue capaz de ganar una vez, en la campaña 91-92, de las
ocho visitas que el Eibar ha realizado al Miniestadi. Como ya adelantamos en la
previa, Morales, que hasta ahora siempre había jugador de extremo izquierdo,
fue el punta, mientras que Arruabarrena actuó por detrás. Además, Diego Rivas,
que acompañó a Dani García en el doble pivote, cuajó un partidazo en su retorno
al once inicial del Eibar.