Supo frenar gracias a su consistencia defensivo a un ansioso y presionado Hércules que asedió en el comienzo
de ambos periodos. Los armeros, empero, siguen reñidos con el gol
HÉRCULES: Falcón; Juanma Ortiz, Pamarot, Borja Gómez, Peña;
Sissoko, Héctor Yuste (Dioni, m. 65); Javi Hervás (De Lucas, m. 46); Eldin,
Assulin y Portillo (Adri, m. 65).
EIBAR: Xabi Irureta; Lillo, Albentosa, Raúl Navas, Kijera;
Diego Rivas, Dani García; Capa (Morales, m. 46), Jota (Errasti, m. 63),
Eizmendi; y Arruabarrena (Urko Vera, m. 73).
ARBITRO: Jorge Figueroa Vázquez (Comité andaluz). Sin
amonestaciones.
ESTADIO: Rico Pérez. Unos 8.000 espectadores.
El encuentro del Rico Pérez puede entrañar diferentes
interpretaciones, pero la más importante es que otra vez el Eibar más cerca de
ganar que su rival. Lógicamente, no existió la abrumadora superioridad del
choque ante el Alcorcón ni generó tantas ocasiones claras, ya que no será fácil
repetir un partido así esta temporada. Pero el equipo de Garitano demostró de
nuevo esas hechuras de equipo bien trabajado y organizado que ha manifestado en
todos los partidos salvo en El Molinón, donde no exhibió la habitual solvencia
defensiva. El Eibar fue de menos a más y, salvo en los minutos iniciales de
ambos periodos, en líneas generales supo sujetar con acierto las acometidas de un
exigido Hércules. El cuadro alicantino, lastrado por los problemas
extradeportivos, está lejos de ser un equipo fiable y de acercarse a su
pretensión inicial de luchar por el ascenso. El Eibar le perdonó la vida en el
tramo final del partido, donde desperdició un par de ocasiones para batir la
meta defendida por Falcón. Pero ahí apareció su ancestral obstáculo, que no es
otro que perforar la portería contraria.
No sorprendió la apabullante salida del Hércules, muy
necesitado de puntos y que llegaba al choque inmerso en una inercia negativa de
tres derrotas consecutivas. El ex racinguista Assulin gozó de la primera
ocasión, pero su disparó golpeó la red de la portería por fuera. El dinamismo
del propio jugador y del ex armero Eldin exigía la máxima concentración del
entramado defensivo azulgrana. No evidenciaba, en cualquier caso, mucha
claridad en su producción ofensiva, pero realizaba muchos envíos al área que
hacían trabajar a un certero Xabi Irureta. La inmensa presión en el centro del
campo, donde destacaban Dani García y Diego Rivas, reducía espacios para la
creación al equipo local. Eso sí, hasta la media hora apenas sobrepasó el Eibar
el centro del campo y Arruabarrena fue el primero que lanzó a portería. A
renglón seguido, Jota lanzó un córner y la zaga despejó. El rechace llegó a
Dani García, cuyo obús se perdió por encima del travesaño.
Kijera bien en su
debut
Kijera, que debutó en liga, se proyectó en ataque en el
primer periodo y ofreció varios centros desde la izquierda, pero no llegaron a
ser rematados. Pero la mayor intención ofensiva era siempre del Hércules, que
gozaba de la posesión y jugaba más en el campo contrario. Xabi quedó tendido en
el suelo al despejar un centro del lateral derecho Ortiz.
Aceleró de nuevo el ritmo el Hércules en el comienzo del
segundo periodo con constantes centros al área que eran despejados por la
retaguardia armera, que cuajó un notable partido. Jota dispuso de una falta
desde una posición idónea, pero Falcón detuvo su lanzamiento. Dos minutos
después, el jugador gallego condujo un contragolpe y se plantó ante Falcón,
pero volvió a errar una nítida ocasión.
Proseguía el acoso local y, poco después, el Hércules pudo
adelantarse en un cabezazo de Sissoko que fue despejado en la línea de gol por
Raúl Navas. Eldin ejecutó un virulento chut desde fuera del área que Xabi supo
despejar a córner.
El
nerviosismo comenzó a apropiarse del Hércules, abucheado por su propia afición,
a medida que pasaban los minutos y no llegaba el gol local. Errasti reemplazó a
Jota, pero eso no se tradujo en un repliegue defensivo ni mucho menos porque el
Eibar acabó siendo superior. Urko Vera, sustituto de ‘Arru’ nada más entrar
perdonó en un remate a centro de Eizmendi que atrapó Falcón. La defensa
azulgrana cuajó una notable actuación y una de las víctimas fue el ex
madridista Portillo, que abandonó el campo entre una pitada mayúscula. Dioni
cruzó en exceso una de las últimas opciones locales y poco después golpeó el
Eibar, pero el disparo de Morales fue atajado por el meta. Ya en tiempo de descuento,
el colegiado señaló un dudoso fuera de juego de Urko Vera cuando se quedaba
sólo ante el portero.
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