Un arrollador Eibar despliega su mejor juego de la temporada, pero no convierte ninguna de las numerosas ocasiones generadas y se topa con un inmenso Dani Jiménez que desbarata varios goles cantados
EIBAR: Xabi Irureta; Lillo, Albentosa, Raúl Navas, Yuri
Berchiche; Errasti, Dani García; Capa (Morales, m. 75), Jota (Diego Jiménez, m.
85), Eizmendi (Urko Vera, m. 64); y Arruabarrena.
ALCORCÓN: Dani Jiménez; Nagore, Babín, Chema (Mora, m. 78), Camille;
Rubén Sanz, Jony; Fernando Sales, Sergio Prendes, Juli (Lobato, m. 82); y Cristian
Alfonso (Martínez, m. 60).
GOLES: No hubo.
ARBITRO: José Ramón Piñeiro Crespo (Comité asturiano).
Amonestó a Yuri, Capa y Diego Jiménez, del Eibar, y a Martínez y Nagore, del
Alcorcón.
INCIDENCIAS: 2031 personas asistieron al partido. Tarde
soleada. Asistió Mikel Etxarri.
Cuando un entrenador visitante y sin que nadie le pregunta expresa
que “se nos han aparecido todas la Vírgenes que se nos podían aparecer”, no
queda ninguna duda del tipo de partido al que asistimos ayer en Ipurua. Si el
Eibar hubiera atinado una de las numerosas
ocasiones generadas, la alegría habría sido absoluta y completa para la
hinchada local porque el de ayer fue, sin duda, el mejor partido en lo que
llevamos de temporada. Pero la sublime actuación del meta Dani Jiménez, que
desbarató varias opciones cuando se cantaba el gol, mutiló las ilusiones
armeras y el Eibar se quedó sin el premio de una victoria para la que reunió
méritos sobrados. Quedará para la historia que la primera visita del Alcorcón a
Ipurua resultó un choque espectacular, sobre todo en una segunda parte en la
que el Eibar fue un ciclón que avasalló al Alcorcón y fue netamente superior en
todas las facetas del juego, salvo en el gol. El ritmo que impuso el Eibar en
la segunda parte fue tan elevado que varios jugadores amarillos sufrieron problemas
musculares, sin duda, castigados por el frenesí físico local.
Jota ha lanzado un tiro desde la frontal en la primera parte que desvió Dani |
Un eléctrico Yuri Berchiche personalizó la prometedora
salida armera y para el minuto cinco ya había puesto dos envíos en el área del
Alcorcón. Pero fue un espejismo porque pronto el choque desembocó en un
torrente de imprecisiones constantes por parte de ambos equipos. La inmensa
presión que se ejercían mutuamente impedía que ninguno ejerciera el control del
juego. Momentáneamente la monotonía quedó aparcada por un obús lejano de Nagore
que devolvió el larguero de la meta defendida por Irureta. Eizmendi, única
novedad en el once inicial respecto al anterior partido, cabeceó fuera un
córner lanzado por Jota, que realizaba a veces conducciones muy largas y pecaba
de individualista.
El Alcorcón rozó el gol en el minuto 22 cuando Sales hizo un
cambio de orientación a Juli, que se plantó sólo ante Irureta, pero el meta
armero alejó el peligro. El juego se animó y tres minutos después, Jota lanzó
elevado desde cerca tras una perfecta asistencia de Eizmendi en la mejor
ocasión armera del primer periodo.
A raíz de esta acción, el Eibar adquirió confianza y comenzó
a gobernar el juego hasta el final del partido. La cada vez mayor intensidad
que imprimía le permitió al Eibar cercar la meta del Alcorcón, que se fue
diluyendo. Una pérdida de balón en su propia área estuvo a punto de ser
aprovechada por Arruabarrena, pero el meta Dani Jiménez se anticipó y atajó el
esférico.
El público se
calienta
Una desproporcionada tarjeta amarilla a Yuri, la quinta
además, avivó el fuego de la afición, soliviantada por los arbitrajes que está
recibiendo el Eibar desde el comienzo de la temporada. Arruabarrena, que hizo
de Xavi Hernández en el Eibar, comenzó su recital de asistencias con una a
Jota, cuyo disparo desde la frontal desvió con los dedos a córner.
Tras el descanso, la
abrumadora salida del Eibar convirtió el choque en un acoso y derribo
permanente a la portería del Alcorcón. El gol pudo llegar a los tres minutos en
una preciosa jugada colectiva. Lillo, que ayer se incorporó más que nunca al
ataque, cedió a Capa y este a su vez al inteligente movimiento de ‘Arru’ que
descolocó a la retaguardia. El tolosarra asistió y Eizmendi remató en boca de
gol, pero apareció una milagrosa mano de Dani Jiménez, que desvió a córner. En
pleno festival del Eibar, que pasaba por encima de su rival, Jota dispuso de un
‘mano a mano’ ante Dani Jiménez, pero otra vez el meta rival cercenaba las
intenciones de los azulgranas. El Eibar estaba lanzado al ataque y el público
vibraba con la exhibición de ambición, hambre y juego preciosista en esta fase
inicial del segundo periodo. Yuri, que realizó una exhibición de derroche
físico y fue el mejor de todos, remató un centro desde la derecha en posición
forzada y que no puso en aprietos a Dani Jiménez. Para ese momento, el meta
madrileño, ya había comenzado a perder tiempo ante la permisividad arbitral. El
Alcorcón apenas pasaba del centro del campo y su primer disparo de la segunda
parte no llegó hasta el minuto 25. Fue un chut desde la frontal del veterano
Fernando Sales que Xabi atajó.
Dani Jiménez, el
partido de su vida
Urko Vera, que había entrado por Eizmendi, ocupó la
referencia con lo que Arru bajó a la media punta y desde ahí asistió un pase de
fábula al bilbaíno. El delantero estaba donde quería, sólo ante el portero,
pero el cuerpo de Dani Jiménez impedía otra vez el gol. Ya cumplido el tiempo,
Arruabarrena pasó a Errasti que no pudo marcar ante la enésima intervención de
Dani Jiménez, que cuajó ayer el partido de su vida en Ipurua.
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