lunes, 10 de junio de 2013

Crónica: Oviedo-Eibar: El Eibar enmudece el Tartiere

La incontestable efectividad de un solvente Eibar, que remontó tras la entrada al campo de Mainz y Jito, sitúa a su favor la eliminatoria y deja tocado a un Oviedo físico que apostó por el juego directo y que hostigó en la recta final 


OVIEDO: Orlando Quintana; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Aitor Sanz, Héctor Simón; Xavi Moré (Señé, m. 57), Manu Busto (Pepe Díaz, m. 65), Casares; y Diego Cervero.

EIBAR: Xabi; Bóveda, Añibarro, Raúl Navas, Yuri Berchiche; Errasti, Dani García; Capa (Diego Jiménez, m. 77), Abaroa (Mainz, m. 55), Guille Roldán; y Arruabarrena (Jito, m. 55).

ARBITRO: Román Román (Comité castellano-leonés). Amonestó a Errasti, Jito, Yuri Berchiche, Bóveda, del Eibar, y a ninguno del Oviedo.

GOLES: 1-0, m. 18: Aitor Sanz. 1-1, m. 58: Mainz. 1-2, m. 89: Guille Roldán.

INCIDENCIAS. 20.635 espectadores casi llenaron el estadio Carlos Tartiere. Partido de ida de la segunda eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda. El Eibar vistió con su segunda indumentaria, la camiseta verdiblanca a rayas horizontales. 

David Mainz marca el gol del empate tras regatear a Orlando a pase de Yuri.
 
Los abrazos y gritos de los jugadores armeros en el centro del campo al término del partido eran la estampa de la enorme trascendencia de la victoria que acababan de sellar. No era para menos porque este Eibar, con un presupuesto mucho menor que el del Oviedo, protagonizó la gesta de doblegarle en el templo del Carlos Tartiere, que ayer fue tomado por 20.000 entregados hinchas azules. Los goles de Mainz y Guille Roldán rubricaron una grandiosa victoria en un marco incomparable, y dejan la eliminatoria muy de cara para un Eibar que desprendió madurez y saber estar. La visita a un club grande como el Oviedo al que le urge el ascenso constituía un reto para el cuadro guipuzcoano, que ofreció una convincente respuesta y se mostró como un equipo sólido, con oficio y mucho equilibrio a lo largo de un encuentro nervioso y de alto voltaje. Ni la descomunal presión ambiental  ni un casero arbitraje, especialmente en la segunda pase, pudieron con el aplomo y la entereza del Eibar, que no se resquebrajó ni en los peores momentos. Al Eibar le valdrá incluso con una derrota por 0-1 en el choque de vuelta, pero la tarea fundamental será alejar cualquier confianza ante un Oviedo que, por lo demostrado ayer, podrá desplegar mejor su juego directo en Ipurua.

El Eibar saltó al campo con autoridad y quiso dejar claro desde el principio que no se deja impresionar por las 20.000 almas que se dejaban la voz en cada grito de ánimo. Los choques de Copa ante Athletic y Málaga han servido, en este sentido, como una inestimable experiencia para el play-off, en el que se requiere un alto grado de competitividad y dar la mejor versión. Arruabarrena tocó de cabeza un balón sacado de banda por Bóveda, pero el lanzamiento de Abaroa se marchó ligeramente por encima del travesaño. Corría el minuto dos y el Eibar ya había mostrado sus cartas. A diferencia de precedentes campañas, este conjunto de Garitano ha interiorizado que el encuentro vital de una eliminatoria es el que se juega a domicilio por el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate. La actitud ofensiva puso de relieve el deseo del Eibar de marcar al menos un gol. Pero pronto el Oviedo respondió con un lanzamiento forzado de Diego Cervero, que remató un centro desde la derecha de Xavi Moré. Parecía que ninguno de los dos quería el balón y la trascendencia del choque acarreaba errores por un exceso de precipitación e imprecisiones en pases aparentemente fáciles.
Ninguno había hecho méritos para marcar, pero Aitor Sanz inauguró el marcador. Xabi quedó tendido en el suelo al despejar un saque de esquina lanzado Manu Busto y se aprovechó el ex unionista, cuyo trallazo desde la frontal perforó la meta armera. El tanto no generó desasosiego en el Eibar, que continuó buscando la portería local.
Capa esquivó a Baquero y su intencionado pase al área pequeña fue despejado a córner por Matovani cuando Arru esperaba para engatillar. A la media hora, Arru se plantó en el área y cedió a Abaroa, pero la zaga oviedista volvió a neutralizar.
El Oviedo no elaboraba las jugadas y enseguida colocaba centros al área desde las bandas. Así hizo Xavi Moré para que Casares, en buena posición, lanzara un chut por encima del travesaño. Aunque el Eibar mostraba una mayor intención por jugar en corto, el Oviedo terminó mejor el primer tiempo y una felina estirada de Xabi abortó un misil de Xavi Moré desde la frontal.
Doble sustitución determinante
Los primeros minutos de la reanudación dibujaban el mismo escenario. El balón correspondía al Eibar, pero le faltaba una mayor presencia ofensiva y Garitano no esperó tanto como ante el Alcoyano. Corría el minuto diez de la segunda parte cuando introdujo a Mainz y Jito en lugar de Abaroa y Arruabarrena, una doble sustitución determinante.  Tres minutos después, Yuri Berchiche dejó de cabeza un envío de Bóveda a Mainz, que esquivó la salida de Orlando y marcó a puerta vacía. Éxtasis de los 300 azulgranas en medio del desierto azul y sobre todo la creencia de que se había dado un pase de gigante por marcar a domicilio.
El empate desató todo el brío de un Oviedo que trató de explotar el juego directo y siguió buscando a su ‘killer’ Diego Cervero. La rapidez de Casares dio trabajo a una defensa armera, que se mostró expeditiva y apenas cometió errores. El Oviedo tiró de su superior poderío físico y asedió la meta armera en el tramo final, pero siempre a través de lanzamientos lejanos de Sanz y Simón. En el último minuto, Yuri arrancó desde atrás y habilitó al desmarque de Mainz. El punta se plantó hasta la cocina y cedió el pase de la muerte a Jito, que con maestría cedió atrás para que Guille Roldán lograra el segundo gol mediante un chut ajustado al palo. 

Los dos técnicos confían en el mismo once inicial

A pesar de que Gaizka Garitano realizó de forma sorprendente otra vez el último entrenamiento a puerta cerrada, la alineación inicial del Eibar no albergó ninguna sorpresa y fue la misma que hace siete días logró el pase a la segunda ronda ante el Alcoyano. El entrenador vizcaíno quiso dar confianza a los mismos jugadores, con lo que Arruabarrena, que esta campaña ha jugado más de media punta, volvió a ejercer como hombre más adelantado. José Carlos Granero, de igual modo, repitió el mismo once inicial que el pasado domingo logró la clasificación, pese a sucumbir ante el Albacete en el Carlos Belmonte (2-1).

3 comentarios:

  1. Gran partido de los eibarreses en un campo de primera. Ahora hay que llenar Ipurúa y, a pesar del resultado, no confiarse.
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    1. Si, Iñaki, el equipo salió muy mentalizado de que no cabía otra opción que marcar un gol al menos a domicilio. Se vio desde el prinicipio al Eibar con ambición y teniendo más el balón en campo contrario. El tanto de Mainz fue una enorme alegría, porque el objetivo mínimo estaba cumplido. El segundo gol de Guille ya fue el delirio. Pero falta rematar la faena en Ipurua, donde ellos se van a manejar bien porque es un equipo físico

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  2. si haber si rematamos la faena,gran trabajo el del domingo y muy buenas las fotos.Un saludo

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